No el paisaje de la piel.
No el idioma de la luna.
No se supo mirar, ver, observar,
Ni ser mirado, visto, observado.
Quedó un corazón con musgo
Que fregar en la encimera,
Columnas rotas de una ciudad
Jamás levantada
Y un dolor de mesita
ya del siglo pasado.
Y un dolor de mesita
ya del siglo pasado.
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