sábado, 17 de octubre de 2009

En Carne Viva

Me comento a mí mismo. Vamos a inaugurar una sección. Vamos a mezclar cine y poesía. Estos versos emergen a raíz de la película de Jane Campion que da título al poema. Interesante esta directora, de la que en poco tiempo he visto la bellísima El Piano y ahora este título, de esos que sólo ponen en la 2.



Ella se pasó toda la peli
Bañada en la sangre de su asesino.
Entre una víctima y la otra
Entre la escena del brazo
Y la del esófago aserrado,
Ella tenía sexo por el móvil
Con su amante el policía.

Aquella noche en Nueva York
Incluso los figurantes
Parecían sospechosos.
Todos tenían un pasado insolvente
Y la carne del alma de gallina.

Las cartas estaban echadas.
Mandaba el as de picas.
Y tuvo que ser allí, junto al Río Hudson,
En aquel faro teñido de rojo, y fue allí
Donde ella encajó la última pieza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario