martes, 31 de marzo de 2009

Declaración de huida

Con dudosa celeridad
Y alevosa huida,
Como amaneciendo con los años
Fue madurando el fruto,
De mis huesos al cuaderno,
De una complicidad anquilosada.

Con dudosa celeridad,
Casi obligado,
Fui castigando, cara a la pared,
El ruido antiguo de mi nuevo televisor.
Apagué el ruido y encendí la noche.

Con dudosa celeridad,
Como revelándote en cada primavera,
Después de tantos versos
Y algún que otro escarceo.

Ahora me detengo en cada ti,
Te busco en el diccionario.
Vieja aspiración de encontrar
La pasión inmutable y duradera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario